Hace poco más de dos años, cuando el virus Sars-Cov-2 se propagó y provocó una pandemia, el término enfermedad zoonótica comenzó a tomar fuerza. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se refiere a las enfermedades que se transmiten naturalmente de los vertebrados a los humanos. Alrededor del 45% de las enfermedades zoonóticas del mundo son de origen viral y se ha asociado a ellas la COVID-19.
Las respuestas sociales a las emergencias sanitarias han sido, entre otras cosas, el miedo a los animales, especialmente a los murciélagos. Esto se debe a que los expertos han indicado que el virus puede haberse originado a partir de esta especie. Esta situación ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de repensar varios aspectos del tema, tales como: El papel de las empresas en el sistema alimentario. La relación entre el tratamiento dado al animal y la enfermedad. El cambio climático y las cuestiones éticas.
Como tal, el papel de las empresas en el bienestar animal es más importante que nunca. Haz más con menos y hazlo mejor, sobre todo teniendo en cuenta lo que la Agencia de las Naciones Unidas (ONU) ha establecido en su Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 12: Producción y Consumo Responsables).
Esto incluye tanto a los consumidores como a los productores y cómo gestionan sus cadenas de suministro. También se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación ambiental, aumentar la eficiencia de los recursos y promover estilos de vida sostenibles para todas las especies.
Es momento de decir adiós a la crueldad animal
El bienestar animal se define como “el estado físico y psíquico de un animal en relación con las condiciones en las que vive y muere”, esto debe fomentar el respeto a la libertad animal. Bajo este entendimiento, evitar el maltrato animal es parte de la responsabilidad que tiene la sociedad, y para lograr este objetivo debe intervenir la iniciativa privada.
En este contexto, Mercy For Animals, una organización internacional de protección animal sin fines de lucro, está tomando medidas para construir un sistema alimentario compasivo. De hecho, Alejandra Manzanares, directora de Relaciones Corporativas de Bienestar Animal de Mercy For Animals Latinoamérica, señala que dentro de esta organización “se dan cuenta de que un cambio en la política de una empresa de alimentos puede reducir el sufrimiento de miles de animales”.
Además, implementar políticas de bienestar animal, como comprometerse públicamente a eliminar las jaulas de su cadena de suministro de huevos o agregar opciones basadas en plantas a sus ofertas, es un excelente comienzo para eliminar la crueldad hacia los animales.
La empresa actúa como un elemento para reducir el sufrimiento animal, además, llaman la atención de sus consumidores hacia el medio ambiente. La prueba es que más de 2.300 empresas se han comprometido a eliminar las jaulas en su cadena de suministro de huevos, entre ellas: Danone, Nestlé, Alsea, Pepsico, Grupo Bimbo, Hoteles Barceló y otras.
En México, por ejemplo, varios estudios realizados por Mercy For Animals en colaboración con la agencia internacional Ipsos, revelaron que el 91% de las personas encuestadas preferían comprar huevos de gallinas sin jaula, lo que indica la importancia que sus consumidores le dan al bienestar animal en su motivación de compra.
Este es un ejemplo real del poder que los consumidores pueden ejercer sobre los productos o servicios que consumen. De hecho, cada vez se ofrecen más productos veganos, es decir, que no tienen alimentos ni componentes de origen animal. Este año, por ejemplo, Burger King inauguró una oficina 100% vegana en Londres, mientras que en México, Nestlé, a través de su marca Sweet Earth Foods, lanzó la Awsome Burger, una hamburguesa de origen animal 100% cruelty free. con ingredientes derivados exclusivamente de fuentes vegetales.
Con base en esta experiencia, es importante subrayar que las empresas pueden fortalecer su estrategia comercial, su reputación y mejorar el bienestar animal. De la misma manera, el alcance de la obtención de otras especies también es beneficioso para la humanidad, porque esta acción está en línea con los ODS que contribuyen a crear un mundo saludable y sostenible para ahora y para el futuro.
CONCLUSIONES
1. Frenar la crueldad animal es un deber social porque la vida animal es digna de respeto y debe ser protegida y respetada.
2. Esta crueldad puede afectar la salud y el bienestar tanto de los animales como de las personas que viven cerca de ellos.
3. La crueldad animal afecta a la sociedad como un todo, ya que los animales son una parte importante del ecosistema y su maltrato puede tener un efecto negativo en el medio ambiente.
4. El maltrato animal puede crear un sentimiento de desesperación y afectar la salud mental de quienes lo presencian.
5. Fomentar la sensibilización sobre el maltrato animal es importante para garantizar que los animales sean tratados con respeto y compasión.
APRECIACION PERSONAL
La crueldad animal es un tema muy preocupante en Colombia. La situación se agrava aún más con el aumento de los actos de crueldad animal documentados a nivel nacional. Por lo tanto, se hace necesario desarrollar una campaña para abordar este problema y promover la sensibilización de la sociedad colombiana con respecto a la crueldad animal. La campaña debería incluir una campaña de concienciación a través de anuncios, mensajes de radio, televisión y redes sociales.
Estas campañas deberían enfatizar el respeto por los animales, así como la importancia de su bienestar. La campaña también debería incluir una campaña de educación, en la que se enseñen a los niños y a la juventud, acerca del respeto por los animales. Esto se lograría a través de charlas en escuelas, universidades, centros comunitarios, etc. Además, es importante promover la legislación de leyes que protejan a los animales de la crueldad. Estas leyes deben ser respaldadas por las autoridades colombianas para que sean respetadas y cumplidas. Finalmente, es importante promover la adopción responsable de mascotas.
Esto se lograría a través de la promoción de campañas de adopción de animales de refugios y centros de acogida, así como la prohibición de la venta de animales en los mercados y establecimientos comerciales. En conclusión, se hace necesario desarrollar una campaña para abordar la crueldad animal en Colombia, promoviendo la sensibilización de la sociedad, la legislación para proteger los animales y la adopción responsable de mascotas. Esta campaña es un deber social que debe ser abordado de manera urgente.
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